Podríamos decir que el packaging es la carta de presentación del producto al consumidor. Se trata de un elemento decisivo a la hora de realizar la compra, sobre todo si el cliente no conoce nuestra marca. Y es que al fin y al cabo, con la gran variedad de productos y marcas actuales, nos gusta lo que «nos entra por los ojos». Por ello, las empresas tienen que ponerse las pilas y adaptarse e innovar constantemente en su packaging para poder adaptarse al público objetivo y conseguir más ventas.
En un hipermercado (tipo Carrefour, por ejemplo) pueden haber alrededor de 50.000 ítems a nuestro alcance y normalmente realizamos compras de unos 50 productos. El tiempo medio estimado en recorrer la superficie son 40 minutos y dedicaremos unos 5 segundos a la elección del producto. Es por ello que el packaging debe atraernos, además de presentar una información adecuada que nos mueva a la compra.
Con el etiquetado sleeve (mangas termoencogibles) realizar cambios en el packaging y crear diversas versiones de un mismo producto es relativamente rápido y fácil. Este etiquetado, gracias a su gran capacidad de adaptación mediante calor al contorno de los envases, permite obtener una excelente presentación del producto, aportando brillo y transparencia o color, según se desee mostrar su contenido o taparlo por completo. Con ello, las empresas pueden «disfrazar» un envase y crear así una gama de productos y diversificar en cualquier momento. Este etiquetado se utiliza en su gran mayoría para decorar botes y botellas, además puede aplicarse con una doble función de sello de seguridad y etiqueta, pudiéndose perforar longitudinal y transversalmente, ofreciendo una infinita posibilidad de formas y diseños. Por si esto fuera poco, además se abarata el coste del producto ya que se puede realizar el etiquetado sin cola, lo cual permite prescindir de la fase de limpieza de la máquina y su aplicación es más rápida. Es trabajo del diseñador calcular el grado de retracción de la etiqueta de forma que el diseño gráfico impreso quede bien una vez coja la forma del envase.
CASO FONT VELLA KIDS
Esta colección está especialmente pensada para niños y niñas de entre 4 y 11 años. Según Font Vella, con su divertida forma ayudan a que los pequeños beban agua mineral natural de forma regular, adoptando el hábito de hidratarse de una manera constante y amena. Desde el punto de vista del marketing, se trata de un gancho, ya que los niños cuando ven a los personajes de su película favorita automáticamente querrán esa botella y no otra. Además, al haber diversos personajes bajo la misma forma (algo que gracias al etiquetado sleeve le cuesta muy poco a las empresas), querrán coleccionar todas las botellas diferentes. Y no solo gusta a su público objetivo, sino a otro público que es algo más mayor y no tan «kid» y se ve atraído por personajes como son los de Star Wars. Cualquiera tenemos un amigo friki de esta saga y para hacer la gracia le compramos una de estas botellitas. De esta forma tan poco intrusiva, Font Vella se ha abierto hueco en muchos hogares e incluso ha desbancado otros productos como son un huevo Kinder o el pastelito de Peppa, ya que los niños pueden utilizar por un largo periodo de tiempo este sustitutivo saludable de la comida y divertido del juguete. Qué decir del partido que dan las botellas en redes sociales: en Twitter los usuarios tuitean fotografías jugando con ellas, realizaron un concurso a través de Instagram, lanzaron diversos vídeos en Youtube y lo utilizaron como material gráfico para crear contenido en Facebook.
CASO AZUCARERA
Azucarera forma parte del Grupo AB Sugar, el primer productor de azúcar a nivel mundial que a su vez pertenece a ABF (Associated British Foods), grupo internacional de alimentación, ingredientes e industria textil, presente en 46 países. Se trata de una compañía de referencia de azúcar en España desde 1903, líderes en distribución, comercialización y producción de azúcar blanco y moreno.
Junto a ITC packaging han realizado un nuevo envase para azúcar Glacé versión XL, a petición de sus consumidores, que requerían más cantidad sin perder facilidad de uso. Con el nuevo bote se mantiene la forma y el sistema de cierre, pero con un mayor volumen y utilizando el etiquetado sleeve, a través del cual comunican los nuevos usos del producto pudiendo utilizar su facing al completo, los 360 grados.
En conclusión, queda patente la importancia del packaging. Se trata de un elemento diferenciador que debemos tener en cuenta a la hora de definir el producto, teniendo en cuenta la tecnología disponible en el sector de envase y embalaje que nos permite cada vez más realizar cambios a bajo coste muy rápidamente, un as en la manga que puede suponer una ventaja competitiva frente a nuestros competidores.
Muy buen post, sobre todo por el tema que tocas. Todo el mundo del packaging es bastante interesante y útil
saludos
Nicolás